Si vienes a ver, si posas la carne en la piedra y el alma en el espíritu, no llores ni llames al arrepentimiento, que tras esta puerta no hay final. Si acaricias con los pies, si caminas con los dedos, no huyas ni escapes, que en este soplido sólo hay ganas de volar. Si sientesSigue leyendo «ROMA»